d’abril 10, 2006

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La comparación de los grandes medios de comunicación con sus plataformas digitales, en contraposición con la utilización de LA RED por los movimientos sociales y con ellos las mujeres, se puede creer que es una comparación desproporcionada. Sin embargo, las últimas manifestaciones por la Paz, o el movimiento antiglobalización, junto con otros más locales y/o específicos han quebrado el aparente discurso compacto que presentaban los grandes medios de comunicación de masas. Analizando algunos ejemplos como el de los jóvenes en el 18 de marzo (el botellón), la violencia de género, o cuál es la perspectiva de la información sobre las guerras , la religión, la familia, se hace difícil, cada vez más, diferenciar cabeceras y/o editoriales. Sobre todo, por el modo de combinar los contenidos periodísticos con los publicitarios. Podríamos aventurarnos a decir que con tal de vender no hay diferencias: Ni por usos, ni por la constante proliferación de productos ampliando, cada vez más, los nichos de mercado. La mujer y las temáticas que le conciernen estan en el punto álgido del COMERCIO. ¡LA MUJER VENDE!

Si a este aparente resquebrajamiento de contenidos le sumamos la utilización de las tecnologías y las nuevas formas de relación con las/los receptores y las/los nuevas/os emisoras/es acordaremos que estamos en un momento de mezclas, combinaciones y mutaciones en donde las fórmulas más tradicionales y fijas no sobreviven. Y en donde, no es demasiado difícil quedarse relegado/a a un plano de desconocimiento funcional.

Las mujeres siguen siendo las favorecedoras de una serie de relaciones que las posiciona, a ellas mismas, en los últimos puestos y con unos techos de cristal irrompibles. Hoy, cuando casi se ha conseguido legislar y equiparar a la mujer con el hombre en cuanto a derechos sociales, sigue siendo uno de los grupos de mayor riesgo de exclusión en la aplicación y uso de las TIC’s.